Billy Graham: Anécdota de Einstein y su destino


Billy Graham ahora tiene 91 años y sufre de Parkinson. En Enero del 2000 líderes de Charlotte, Carolina del Norte, invitaron a su hijo preferido, Billy, a una comida en su honor.
Billy al principio dudó en aceptar la invitación por su enfermedad, pero estos líderes le dijeron:"No esperamos ningún discurso especial de el. Solo vengan y permítannos honrarlo". Por lo cual el accedió. 
Luego de que se dijeran cosas maravillosas acerca suyo, el Dr. Graham se paró en la tribuna, miró a la multitud y dijo,"Hoy recuerdo a Albert Einstein, el gran físico que este mes ha sido honrado por la revista Time como el Hombre del Siglo. Einstein estaba una vez viajando en tren desde Princeton cuando el guarda apareció para tickear el boleto de los pasajeros. Cuando llego a Einstein, este se fijo en el bolsillo de su chaleco pero no pudo encontrarlo. Entonces se fijo en sus pantalones, tampoco estaba allí. Buscó en su maletín pero no lo encontró. Luego se fijo en los asientos al lado suyo, pero tampoco pudo encontrarlo.
El guarda dijo,"Dr. Einstein, se quien es UD. Todo sabemos quien es Vd.. Estoy seguro que compró su boleto, no se preocupe"
Einstein asintió agradecido. El guarda continuó tickeando los boletos, y al seguir al próximo vagón se dio vuelta y vio al gran físico arrodillado buscando su boleto bajo su asiento.
El guarda volvió rápido hacia el y le dijo,"Dr. Einstein, Dr. Einstein, no se preocupe. Se quien es Vd., no hay problema. Vd. no necesita un boleto, estoy seguro que compró uno".
Einstein lo miró y le dijo,"Joven, yo también se quien soy. Lo que no se es donde estoy yendo"
Habiendo dicho esto, B. Graham continuó:
"Ven el traje que estoy usando? Es un traje nuevo. Mis hijos y nietos me dicen que me estoy volviendo un poco desalineado en mi vejez. Solía ser un poco más exigente. Por lo que compre este nuevo traje para esta ocasión y otra más. Uds. saben cual otra ocasión es? Este es el traje en el que seré sepultado. Pero cuando uds. escuchen que estoy muerto, no quiero que recuerden el traje que estoy usando ahora. Quiero que recuerden esto: No solo se quién soy, sino también sé hacia donde voy. 
Que sus problemas sean pocos, y sus bendiciones abunden; y solo felicidad llegue a sus puertas. "La vida sin Dios es como un lápiz desafilado, no tiene punto"

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