Mike Murdock - La Ley del Reconocimiento - Extractos

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  • domingo, 4 de abril de 2010
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  • Román
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  • La ignorancia es mortal.
    La ignorancia perpetúa la enfermedad, la pobreza y el fracaso.
    La ignorancia produce pérdidas constantes en nuestras vidas.
    Cualquier cosa que no se reconozca se convertirá en algo que no se celebra.
    Cualquier cosa que no se celebre se convertirá en algo que no se recompensa.
    Cualquier cosa que no se recompensa finalmente saldrá de tu vida.
    La vida está gobernada por leyes.
    La ley de la promoción enseña que solo puedes ser promovido por alguien cuyas instrucciones hayas obedecido.
    La ley de la reproducción indica que solo puedes reproducir algo que ya tu eres.
    La ley de la semilla revela que "Lo que tengas en tu mano creará cualquier cosa que desees para tu futuro".













    La ley del reconocimiento enseña que "Todo lo que necesitas ya se encuentra en tu vida, solamente a la espera que te des cuenta de ello".
    Hay algo que no estás percibiendo en tu vida hoy... y puede que te esté costando muy caro.
    Los fariseos no se dieron cuenta de la divinidad de Jesús y le costó la eternidad, los milagros y el gozo de su presencia.
    Jesús lloró por eso. (Lucas 19:41-44).
    La gente espiritual no siempre coopera con la Ley del reconocimiento (Marcos 8:18)
    La Ley del Reconocimiento puede cambiar una vida de fracaso en una de exito instantáneo (Lucas 23:39-43).
    La ley del reconocimiento activa las leyes de preservación y promoción. David reconoció la unción en el Rey Saul y posteriormente recibió el Reino. Sin embargo, el rey Saul se rehusó a reconocer la unción de Dios sobre el profeta Samuel, terminó perdiendo el trono.
    La ley del reconocimiento puede trasladarte de la oscuridad a la fama en menos de veinticuatro horas. Zaqueo reconoció que Jesús era el Cristo y Jesús terminó comiendo con el en su hogar y transformando su vida para siempre.
    La ley del reconocimiento funcionará para el pobre. Lo hizo para Ruth con Booz.
    La ley del reconocimiento funcionará para el enfermo. Lo hizo para el hombre ciego que clamó a Jesús.
    La ley del reconocimiento funcionará también para tí, mientras permitas que el Espíritu Santo hable hoy a través de este libro a tu corazón.