La razón por la que es imposible que tú fracases es que Dios te ha dado abundante sabiduría.
Cuando vamos al original, vemos que no tan sólo es sabiduría, sino prudencia. Esto es, para que en un momento de toma de decisiones tengas todo lo que necesitas para que tu decisión sea la correcta, la que te dirija hacia lo que Dios tiene para tu vida.
La sabiduría de la que habla Pablo es la sabiduría de las cosas espirituales. Tener conocimiento de Dios te da una perspectiva de la vida, más allá de lo natural. Antes había cosas que no sabías si trabajarlas ahora o después, pero ahora puedes ver más allá y tomar la decisión correcta.
La prudencia describe el discernimiento de las necesidades presentes, y provee las soluciones prácticas para los problemas de la vida diaria. Tenemos que tener la sabiduría de Dios, pero ver la necesidad presente. Ese es el balance correcto y necesario.
Para tener éxito en tu vida, tienes que tener acceso a las cosas de Dios – que no es otra cosa que sabiduría – y los pies en a tierra, para solucionar las cosas de hoy, y para tomar decisiones que cambien tu vida.
Tú, como creyente, tienes ventaja competitiva ante el mundo, porque tienes acceso a una sabiduría a la que ellos no tienen acceso, porque sólo se accede a través de una relación con el Espíritu Santo. Y el mundo está buscando gente inteligente y sabia.
Nabuconodosor tenía un sueño que nadie le podía interpretar. Buscaron todos los filósofos, y ninguno le decía la respuesta. Tuvo que venir José y decir que Dios daría la respuesta. La respuesta vino por el acceso a la sabiduría de Dios, pero la solución vino por prudencia, porque una vez revelada la interpretación del sueño era necesario un plan para la preparación para esos años de abundancia y escasez que venían. Porque, de no ser así, ¿de qué servían el sueño y su interpretación?
Así como el rey Nabuconodosor no dormía en las noches, el mundo está perturbado porque no tiene acceso a la sabiduría que nosotros tenemos.
Tú tienes acceso a las dos cosas, al mundo venidero, y a las cosas presentes. Y la combinación de poder traspasar lo que conoces que va a venir con las cosas presentes es lo que te da ventaja competitiva ante el mundo. Y si eres una persona creyente, tienes carácter, integridad, inspiras confiabilidad a los que te rodean, lo que te da todavía más ventaja.
En Lucas 1:17, en adelante, el ángel le dice a Zacarías que Juan el bautista irá delante de Jesús para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Para que tu nación sea una dispuesta para Cristo, hace falta alguien que ande en el Espíritu, en la unción, con poder, y con prudencia.
Tú tienes que preparar el camino para que Jesús llegue a tu hogar. ¿Cómo se prepara el camino? Con unción, con poder, y con prudencia.
Pastor Otoniel Font
Cuando vamos al original, vemos que no tan sólo es sabiduría, sino prudencia. Esto es, para que en un momento de toma de decisiones tengas todo lo que necesitas para que tu decisión sea la correcta, la que te dirija hacia lo que Dios tiene para tu vida.
La sabiduría de la que habla Pablo es la sabiduría de las cosas espirituales. Tener conocimiento de Dios te da una perspectiva de la vida, más allá de lo natural. Antes había cosas que no sabías si trabajarlas ahora o después, pero ahora puedes ver más allá y tomar la decisión correcta.
La prudencia describe el discernimiento de las necesidades presentes, y provee las soluciones prácticas para los problemas de la vida diaria. Tenemos que tener la sabiduría de Dios, pero ver la necesidad presente. Ese es el balance correcto y necesario.
Para tener éxito en tu vida, tienes que tener acceso a las cosas de Dios – que no es otra cosa que sabiduría – y los pies en a tierra, para solucionar las cosas de hoy, y para tomar decisiones que cambien tu vida.
Tú, como creyente, tienes ventaja competitiva ante el mundo, porque tienes acceso a una sabiduría a la que ellos no tienen acceso, porque sólo se accede a través de una relación con el Espíritu Santo. Y el mundo está buscando gente inteligente y sabia.
Nabuconodosor tenía un sueño que nadie le podía interpretar. Buscaron todos los filósofos, y ninguno le decía la respuesta. Tuvo que venir José y decir que Dios daría la respuesta. La respuesta vino por el acceso a la sabiduría de Dios, pero la solución vino por prudencia, porque una vez revelada la interpretación del sueño era necesario un plan para la preparación para esos años de abundancia y escasez que venían. Porque, de no ser así, ¿de qué servían el sueño y su interpretación?
Así como el rey Nabuconodosor no dormía en las noches, el mundo está perturbado porque no tiene acceso a la sabiduría que nosotros tenemos.
Tú tienes acceso a las dos cosas, al mundo venidero, y a las cosas presentes. Y la combinación de poder traspasar lo que conoces que va a venir con las cosas presentes es lo que te da ventaja competitiva ante el mundo. Y si eres una persona creyente, tienes carácter, integridad, inspiras confiabilidad a los que te rodean, lo que te da todavía más ventaja.
En Lucas 1:17, en adelante, el ángel le dice a Zacarías que Juan el bautista irá delante de Jesús para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Para que tu nación sea una dispuesta para Cristo, hace falta alguien que ande en el Espíritu, en la unción, con poder, y con prudencia.
Tú tienes que preparar el camino para que Jesús llegue a tu hogar. ¿Cómo se prepara el camino? Con unción, con poder, y con prudencia.
Pastor Otoniel Font
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