Hombres y Mujeres a los que Dios sigue

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  • miércoles, 31 de diciembre de 2008
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  • Román
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  • En la época de Moisés el pueblo de Israel caminó por el desierto sin tener que preocuparse de nada. Ellos seguían a Dios y caminaban obedientes por la ruta que Dios les trazaba.

    Dios cada mañana les daba el maná como alimento, la ropa no se envejecía, los zapatos crecían acorde al pie y el Señor los mantenía libres de enemigos y ellos no tenían que preocuparse de mucho. Si algo necesitaban, ahí estaba la mano de Dios para producir el milagro.
    Esa era una etapa de cuidado del pueblo, pero no de conquista. Cuarenta años caminando para al fin y al cabo estar siempre mas o menos por el mismo lugar, sin logros personales ni a nivel pueblo.

    Cuando Josué tomó las riendas de Israel, ahí cambió totalmente la cosa.
    Ahora Dios ya no dirigiría mas los pasos del pueblo, sino que ahora Dios los mandaba a que se esforzaran y a que fueran valientes, a que pusieran las manos a la obra y a que accionaran.
    Se acabaron los milagros, era tiempo de hacer, de mostrar la fe con la espada en la mano.

























    Ahora tendrían que tomar la espada con sus propias manos y pelear contra enemigos poderosos, ahora la ropa iba a envejecer y ahora los zapatos se iban a quedar chicos con el tiempo.
    Era otro tiempo, ahora Dios los iba a seguir a ellos. Y si ellos se quedaban quietos, Dios se iba a quedar quieto junto con ellos, porque ahora era tiempo de marchar, tomar y conquistar lo que Dios había establecido por herencia para el pueblo.

    De repente el pueblo ya no tiene maná por las mañanas, el maná que les daba la mínima subsistencia diaria se había acabado porque ahora estamos hablando de cosas mayores, de la Tierra Prometida, de la tierra donde brotan la leche y la miel, llena de la abundancia que ellos nunca habían conocido. Cuando estés determinado a sacar el maná de tu vida, será el tiempo en que estarás preparado para las cosas mayores.

    Esto se aplica también a nosotros, a nuestras vidas cotidianas, debemos dejar de dar vueltas y pasar del maná a la abundancia, de una vez por todas.

























    Cristo dijo que los hijos de la oscuridad eran mas sagaces que los hijos de la Luz y eso es, lamentablemente, cierto. Los hijos de la oscuridad son directos y concretos, son vivos y astutos, no dan vueltas, ellos han tomado la cultura, los medios de comunicación, la política, las artes, los deportes, las empresas, las finanzas en forma decidida, ellos accionaron con firmeza y decisión y conquistaron, mientras nosotros nos quedamos declarando promesas sin accionar jamás y menos aún intentar dar batalla por aquello que debemos redimir para el Reino de Dios.

    Los hijos del Reino tenemos todas las promesas pero los hijos de la oscuridad son concretos y tienen los logros en forma real y visible. Esto tiene que cambiar de una vez por todas, tenemos que quitarnos de encima la mentalidad del maná de las mañanas, basta de maná, a tomar la espada (la espada espiritual, gente, la actitud vencedora y determinada) y a salir a tomar lo que nos pertenece.

    Porque la promesa tiene dos partes, lo que alcancemos a ver (todo aquello que creamos que podemos lograr) y lo que pisen la planta de nuestros pies, esto es, todo lo que nos movamos y accionemos para conseguir aquello que creemos nos pertenece.

    Así que, yo declaro este año 2009, el año de los Josué, gente a la que Dios sigue, que declaran una vez en Cristo, pero inmediatamente se levantan y van derecho a tomar para el Reino: Empresas, Puestos políticos, Ministerios, artes, educación, justicia, medios de comunicación, deporte, finanzas.

    Hermanos, no hay gigantes, solo ven gigantes por todos lados aquellos que se acostumbraron a vivir de rodillas y nosotros no vivimos de rodillas, nosotros somos los hijos del Reino y somos los Josué a los que Dios sigue en cada batalla.

    Esta vez no habrá maná, no habrá suegra que nos venga a traer la vianda, no saldrá agua de la roca, renunciaremos al espíritu de segunda mano y miseria, las ropas las tendremos que ir a comprar a la tienda por nosotros mismos y pagarla, pero ahora es el tiempo de ser como Josué, un tiempo donde Dios nos sigue adonde quiera que vamos y mas vale que así sea, porque por delante tenemos muchas tierras por conquistar y los que la habitan son enemigos poderosos, pero ya no son mas gigantes, porque nosotros ya estamos parados sobre nuestros pies.

















    Determinate, se concreto en este año, ya no esperes mas confirmaciones ni reconfirmaciones, accioná, hacé algo, levantate y empezá a hacer algo de verdad por vos mismo y por ende, por el Reino de Dios.

    Que a partir de ahora podamos ser los hombres y las mujeres a los que Dios sigue !



    H.R. Bernachea
    elkyrios@hotmail.com

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