Jabes - Agur y Pablo

Posted on
  • lunes, 18 de octubre de 2010
  • by
  • Román
  • in
  • Etiquetas: , , ,
  • 1 Crónicas 4:10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.

    Jabes pidió prosperidad y muchas otras bendiciones, y dice la palabra que fué el mas ilustres de sus hermanos, tanto como que una ciudad llevaba luego su nombre.

    Agur en cambio oró de una manera un poco distinta:
    Proverbios 30 8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí;
    No me des pobreza ni riquezas;
    Manténme del pan necesario;
    9 No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?
    O que siendo pobre, hurte,
    Y blasfeme el nombre de mi Dios.

    La oración de Agur es modélica para todos aquellos que saben que las muchas riquezas o la pobreza lo pueden alejar de Dios. Si usted sabe que el mucho o poco dinero lo terminarán apartando de Dios, esta oración de Agur es para usted !

    Abraham en cambio era riquisimo y nunca se apartó de Dios y Dios mismo lo llamaba su amigo.

    Y Pablo todavía fué mejor, porque dijo que el podía estar bien tanto en la escasez como en la riqueza.

    Filipenses 4: 11 No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre.12 Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez.

    El amor a Dios de Pablo no dependia de cuanta plata tenia, mucha o poca, sino que su amor a Dios era inmutable e independiente del dinero.


    La oración de Agur en cambio es para todos aquellos a los que el dinero modifica su relación con Dios, es una oración sincera de parte de Agur. Los que se sienten identificados con esta oración saben que su relación con Dios depende si o si de la plata que tengan. Eso está muy claro en la oración y es indiscutible.


    Los que se identifican con la sentencia de Pablo saben que su relación con Dios no depende de la plata que tengan.


    Cada uno sabe que oración le conviene orar, según como el dinero pueda llegar a afectar su relación con Dios.

    La oración de Jabes, la de Agur o la de Pablo, las tres están bien y dependen de la relación individual de cada uno con Dios.